Aterramiento de aguas embalsadas

'Last century was used to build reservoirs. This one will be used to solve sediment problems.‘ World Bank

Aterramiento

La intervención del hombre en las masas de agua naturales ha alterado considerablemente la hidromorfología. Esto tiene efectos significativos en el balance de sedimentos y, por tanto, directamente en la ecología de la masa de agua. Según la Directiva marco del agua (DMA), los elementos de calidad hidromorfológica para un estado adecuado del agua superficial incluyen la continuidad para los sedimentos como criterio indispensable. En el caso de las masas de agua muy modificadas o artificiales, debe garantizarse el mejor enfoque para la continuidad ecológica. 

El problema del aterramiento debe solucionarse a largo plazo para que todas las partes interesadas y el patrimonio natural se equilibren a largo plazo. Además de los intereses antropológicos y económicos, también se debe tener en cuenta la sostenibilidad ecológica de los organismos vivos y los hábitats. Los sedimentos no deben eliminarse de forma permanente del balance de sedimentos para una gestión sostenible del agua, sino que deben añadirse directamente al sistema.

Pérdida de espacio

Los embalses son infraestructuras importantes y caras. Nos abastecen durante la sequía y, al mismo tiempo, nos protegen de las inundaciones. No obstante, todos los embalses se sedimentan con el tiempo. Poco a poco pierden su función y se convierten en una carga.

Muchos embalses se utilizan también como zonas de retención para proteger el interior de las inundaciones y de los daños causados por ellas. Debido al cambio climático, las situaciones meteorológicas extremas, como las lluvias intensas, parecen aumentar en frecuencia y gravedad. Por lo tanto, la funcionalidad permanente de las zonas de retención resulta relevante para el futuro.

En las regiones más meridionales, las sequías aumentan y se debe preservar proteger el agua y no desperdiciarla. Los métodos convencionales de eliminación de sedimentos de las aguas embalsadas implican una gran pérdida de agua y, por tanto, influyen negativamente en el medioambiente.

«La aterramiento es un problema, pero significa que hay muy poco sedimento natural disponible aguas abajo. Esto perjudica a las plantas, los animales, las llanuras aluviales y las regiones ribereñas y, a medio plazo, pone en peligro la estabilidad de los puentes y otras estructuras artificiales».
Thomas Groß, director general de Hülskens Sediments GmbH

Erosión, falta de sedimentos y seguridad estructural

Falda de sedimentos en las masas de agua

La falta de sedimentos aguas abajo provoca graves problemas para los seres humanos, la flora y la fauna. 

La falta de sedimentos en la masa de agua provoca directamente la erosión del sustrato del fondo existente. La composición del fondo del río cambia y pueden formarse capas de protección. Esto tiene un impacto en el hábitat de los microorganismos, que forman la base nutricional de los peces asentados. Si falta alimento, los peces se van. Esto puede reducir la calidad de una masa de agua y, en el caso de los pueblos indígenas, paralizar la pesca y, por tanto, eliminar la base alimenticia.

Erosión de fondos y riberas

La erosión del fondo del río y las orillas ensancha la sección transversal del río. Como resultado, agua puede desbordar con menos frecuencia. De esta forma, se reduce la inundación de las llanuras aluviales y, por tanto, las plantas y los árboles reciben menos nutrientes. El hábitat cambia y la biodiversidad disminuye. La función del bosque aluvial como zona de retención natural desaparece y se producen inundaciones más graves en las zonas urbanas. 

La erosión en los deltas de los ríos aumenta continuamente la pérdida de tierras en el delta. El litoral avanza hacia el interior y desplaza el hábitat de los seres humanos y los animales. El aumento del nivel del mar puede intensificar este fenómeno.

Estabilidad en las estructuras hidráulicas

Las estructuras transversales modifican los procesos de caudal en las masas de agua e interfieren en el equilibrio natural de los sedimentos. La sedimentación se producir antes de la estructura transversal y provoca una falta de sedimentos posteriormente. Esto puede provocar erosión aguas abajo, lo que puede derivar en problemas de estabilidad, especialmente detrás de estructuras hidráulicas, como los pilares de los puentes o las estructuras laterales.

En el caso de los embalses, la sedimentación conlleva una pérdida a largo plazo de la función del espacio económicamente utilizable para la energía hidroeléctrica, hasta llegar al aterramiento completo del embalse.

Embalses como zona de retención

Muchos embalses se utilizan también como zonas de retención para proteger el interior de las inundaciones y de los daños causados por ellas. Debido al cambio climático, las situaciones meteorológicas extremas, como las lluvias intensas, parecen aumentar en frecuencia y gravedad. Por lo tanto, la funcionalidad permanente de las zonas de retención resulta relevante para el futuro. En las regiones más meridionales, las sequías aumentan y se debe preservar proteger el agua y no desperdiciarla. Los métodos convencionales de eliminación de sedimentos de las aguas embalsadas implican una gran pérdida de agua y, por tanto, influyen negativamente en el medioambiente.